La pintura multiestética de Patrizia Gallo

La pintura multiestética de Patrizia Gallo

Marcela Valdeavellano-Valle.- “Gatomix”, la serie pictórica relativa a los felinos de la artista uruguaya nacionalizada costarricense, Patrizia Gallo, quien encapsula brillantemente la complejidad y el capricho de nuestra larga historia de amor con los animales, ahora nuestros mejores amigos y almas gemelas.

Patrizia, con sus varias casas cuna donde recoge y cuida gatitos abandonados, los representa pictóricamente demostrando lo que los científicos ven en nuestro amor por los animales, y nuestra indagación recóndita a través de las vidas de los animales, nuestras sensaciones, e impulsos, que son las claves de los aspectos más esenciales de nuestra humanidad.

Nuestro amor por los animales opera en convivencia mutua. Los animales abundan en el arte más antiguo de todas las culturas alrededor del globo, lo que sugiere que una fascinación básica con la comunidad animal es innata; las pinturas rupestres de Lascaux, por ejemplo, están dedicadas a los caballos, ciervos, bisontes, felinos, un rinoceronte lanudo, un pájaro, una vaca saltarina, y un solo hombre insignificante entre la fauna representada en los muros de la cueva como símbolo de poder interior.

Patrizia Gallo lo siente y lo sabe desde hace muchos años. Esto la llevó a recibir el Premio Raffaello en el Palazzo Gnudi de Bologna en Mayo 2018, en Italia, dado que a partir del fresco del gran artista del Renacimiento “La Creación de los Animales”, su cercanía con el sentido intrínseco de cada uno es evidente, tal como las pinturas sobre felinos de Patrizia, cada uno con una personalidad propia.

Su diversidad pictórica se acopla a la personalidad de cada felino, por eso tenemos algunos gatos realizados en un estilo “POP”, otros realistas, otros replicando un retrato de Van Gogh con cara de felino, la pintura del gran surrealista René Magritte, “el Hijo del Hombre, convertido en gato, tal como quienes amamos a los felinos o quienes aman a sus perros u otras mascotas, las consideramos nuestros hijos. Y por supuesto, no dejó atrás –dada la voz felina- “El Grito de Edvard Munch. Pero además, nos acerca a la física cuántica mediante una excelente pintura de un gato con una espiral de fondo, recordatorio del “Gato de Schrödinger”, el experimento cuántico que demostró que la realidad es el resultado de cómo observemos una situación específica y con esto, afirma que el amor a los animales y su cuidado nos asegura no volver a repetir lo que sucedió en Europa durante la Edad Media,cuando la Inquisición dispuso que las mujeres que tenían gatos eran brujas y que cada gato era un demonio “familiar” y los torturaban antes de quemarlos con sus dueñas, “para que confesaran que demonio eran”, con lo que los curas inquisidores lograron eliminar a la comunidad felina de Europa, lo que causó la tremenda Peste Negra, causada por las ratas.

Patrizia Gallo sabe muy bien que la historia nos ratifica que los gatos fueron domesticados por nosotras las mujeres, ya que necesitábamos evitar que las ratas y demás animales, se comieran los cereales que cultivábamos y cosechábamos, ya que somos las fundadoras de la agricultura, para evitar seguir de cueva en cueva, arrastrando niños para que los hombres cazaran animales para comer, junto a sus perros/lobos –domesticados por ellos-. Las mujeres velamos por los felinos de tal manera, que en Egipto, cuando un felino fallecía, se momificaba y se enterraba en la tumba familiar, ya que cuidaban de los graneros. Por eso, ella integra a los felinos en su vida desde hace muchos años, velando por la seguridad y salud de todos los gatitos que la gente abandona y al mismo tiempo, ella los recrea a partir de la esencia de cada felino, ya que cada uno tiene, tal como nosotros los humanos, una personalidad propia, que altera por amor con cada uno de nosotros y por eso muchos de ellos se parecen a nosotros.

https://www.instagram.com/p/BpCr1jtAlsc/

Entradas relacionadas

Deja tu comentario